Los guardias de seguridad acaso lo agradecerían. Cualquier persona que haya estado en la Capilla Sixtina, en el Vaticano, se habrá topado con esos modelos con vestimenta poco sutil que se dedican, con roñosa persuasión y más roñosos resultados, a acallar a los pasajeros y aludir una y otra vez que no se pueden sacarLeer más