Prácticamente todas las compañías han tenido como base de desarrollo la industria papelera. Es este material, en sus distintas variantes, el que ha permitido que la producción y la información fluyan en abundancia. Pero habiendo cumplido con su función hay que proceder entonces a una forzosa destrucción de papel que evita el amontonamiento y los males relacionados.
El papel de escribir, dibujar, embalar, almacenar, el cartón, cumplen un importante cometido en la sociedad. Lo utilizamos desde la infancia, en los grados escolares y universitarios y en el ciclo profesional. La mayor parte de ese tiempo solo lo lanzamos a la basura para deshacernos de él.
Dado que se obtiene a partir de árboles talados, cuyas fibras se muelen hasta quedar suficientemente finas y laminables, la naturaleza agradece el reciclaje. Este es un mecanismo, mediante el cual los productos se reconvierten, o reusan, permitiendo rendir la vida útil del recurso.
Esas actividades son fácilmente ejecutables a menor escala, más cuando se tienen firmas que lo consumen en forma masiva, se requiere optar por sistemas industriales de procesamiento de aquello que ya no es necesario. Esto pasa por contratar otras corporaciones cuya misión es recolectar en nuestras oficinas o almacenes el material y trasladarlo a los lugares de transformación.
Si se trata de documentos que puedan contener datos confidenciales, serán destruidos de modo que no quede nada expuesto a miradas indiscretas. Pero si son solo hojas a eliminar, se pueden hacer bultos de gran volumen que luego se movilizan a centros de reciclaje donde se preparan láminas para un próximo ciclo.
La degradación del papel amontonado, sin otro uso en el futuro, favorece su reaprovechamiento, colaborando con el ahorro de espacio y de dinero de alquiler de almacenes y muy especialmente con la salvación de los grandes bosques.
El reciclaje local nos permite poner un granito de arena en la conservación del ambiente, pero con el industrial colocamos una montaña. Lo que se tiene almacenado, que no es necesitado, puede proveer inclusive de un ingreso extra, directa o indirectamente.
Indague sobre las empresas encargadas de la destrucción de este importante recurso y conozca de cuántos modos se producen beneficios al contratar a las mismas.