En temas de herencias y testamentos es muy fácil que los ánimos se caldeen enseguida y familias bien avenidas acaben discutiendo, sobre todo si hay cantidades sustanciosas de por medio. ¿Se puede evitar? A veces no, sobre todo cuando no hay testamento o no existen herederos directos. Por ello, ante cualquier duda lo mejor no es precisamente discutir con ningún familiar, sino dejar que sea un abogado Málaga quien defienda nuestros intereses.
En teoría, las herencias no deberían dar problemas. La ley establece claramente cómo se deben repartir los bienes, dejando muy claro la obligatoriedad de respetar la denominada “legítima”. También se establece sin dudas el orden en el que se hereda.
Sin embargo, se pueden dar circunstancias que hagan cambiar lo que se suponía debía ser un reparto equitativo. Es posible que el difunto haya hecho una donación en vida a uno de sus hijos y no lo haya reflejado en el testamento.
Hay que tener presente que nunca se puede donar a un hijo o heredero más de lo que debería recibir por testamento. Si es así o se le deja la parte que le correspondería como si no hubiera recibido la donación, se está incurriendo en una irregularidad. El resto de los herederos pueden sentirse injustamente perjudicados y con razón, es entonces cuando pueden aparecer los problemas.
Por ello conviene acudir a un abogado especialista, primero para hacer un testamento legal y válido que evite posibles enfrentamientos entre los implicados. Y, si los que heredamos somos nosotros, para valorar la equidad del reparto de la sucesión si surge algún tipo de desavenencia o diferencia de criterio con el resto de los herederos.
En cuanto a accidentes e indemnizaciones
Relacionado también con cuestiones monetarias está el asunto de las indemnizaciones por accidentes de tráfico. ¿Conviene consultar a un abogado accidente trafico, especializado en este campo? Sí, siempre.
En caso de ser víctimas de un siniestro en carretera o en vías urbanas, los seguros siempre nos van a dar la indemnización correspondiente sin mayores problemas. Ahora bien ¿Tenemos claro que lo que nos ofrecen es la indemnización justa? Seguramente no lo sea.
Las aseguradoras defienden sus intereses, eso no es algo reprochable. Sin embargo eso significa que, a la hora de dar las indemnizaciones, se ajustan estrictamente a lo que marcan las tablas hechas por la Administración. Unas tablas que establecen unas cuantías según los días de baja, las secuelas o la edad de la persona.
Siempre es bueno acudir a un especialista en accidentes de tráfico que analice si esa indemnización está bien calculada o hay algún factor que no se ha tenido en cuenta y puede hacer que se eleve la cuantía. Una simple consulta puede hacer que el dinero a percibir acabe siendo mayor del que nos ofrecían.