El uso de las estructuras metálicas atornilladas se considera como una solución efectiva en el campo de la construcción. A diferencia de otras técnicas como la soldadura, este tipo de uniones representa una alternativa aplicable en diferentes sectores como el de la telecomunicación, ingeniería y arquitectura.
Una de las ventajas más significativas de la tornillería es que aporta mayor precisión a la hora de ser instalada; además de esto, su colocación implica menores esfuerzos tanto en el mantenimiento continuo, como en su desinstalación. En este sentido, se convierte en la primera opción de las empresas de servicios que requieren de estas herramientas.
En el caso de las estructuras soldadas, la mayoría de las personas piensa que son más seguras y duraderas. Sin embargo, las condiciones climáticas adversas pueden causar estragos sobre los puntos de unión, lo que aumenta las probabilidades de desplome, desgaste de los materiales y mayor inversión en mantenimiento de la obra.
Sumado a esto, es necesario que su instalación sea realizada por un personal calificado, no debe ser poroso, con medidas normalizadas y hay que repasar la superficie con pintura antioxidante o galvanizado. En otras palabras, genera mayores inconvenientes que la técnica del atornillado y por eso es menos utilizado por los expertos.
El mejor ejemplo para demostrar que las estructuras metálicas atornilladas son mejores que cualquier otra, es la famosa Torre Eiffel de París o el reconocido puente de Brooklyn, los cuales se mantienen de pie demostrando su fortaleza ante el mundo entero. Anteriormente, las estructuras se realizaban roblonadas y unidas por tornillos de gran dimensión.
Estructuras metálicas atornilladas: Un poco de ciencia
La forma en que se transmite las fuerzas da origen a dos tipos de uniones atornilladas simples: la primera, se llama de aplastamiento, cuyas fuerzas se transmiten gracias al contacto directo entre las paredes de perforación y los tornillos; y la segunda, conocida como deslizamiento crítico, en la cual se transmite la fuerza por la fricción entre las piezas que se unen.
Cada proyecto tiene sus propios requerimientos y deberá ser estudiado por profesionales en el área, para garantizar la exactitud de los cálculos que hagan falta. La calidad de la obra dependerá del trabajo de estas personas y de la experiencia que tengan en el área.