Después de casi dos décadas de crecimiento basados en números de dos dígitos, es claro que el auge económico de China está empezando a disminuir, en lo que el presidente de China, Xi Jinping, ha denominado «nueva normalidad».
El gobierno chino ha establecido un objetivo más modesto de crecimiento anual del PIB de un 7% , y el país entra ahora en una fase de reestructuración, consolidación, y una economía impulsada más por la innovación que la entrada y la inversión. El objetivo del gobierno es lograr un mejor equilibrio entre los objetivos económicos, sociales y ambientales.
A medida que la comunidad empresarial mundial se ajusta a la nueva normalidad, la economía china se enfrenta a varios desafíos adicionales: la continua debilidad de la demanda global para sus exportaciones, el aumento de los salarios nacionales, la caída de la inversión empresarial como resultado de las estrategias de reequilibrio, sectores con exceso de capacidad, y un mercado inmobiliario que se está tambaleando suavamente.
En agosto de 2015, el Banco Popular de China sorprendió al mercado al cortar el renminbi (RMB) tasa de referencia diaria. Una moneda más débil podría ayudar a impulsar las exportaciones, pero el impacto absoluto en la balanza comercial de China y el crecimiento es probable que sea intrascendente en el largo plazo.
Mientras tanto, las Fábricas en China se han vuelto más formidables tanto a nivel local como internacional gracias en parte a campañas apoyadas por el gobierno como «Un Cinturón, Un Camino», un esfuerzo masivo para expandir los vínculos de China a través de Asia a Europa. La iniciativa tiene como objetivo principal promover el desarrollo en el interior de China, aunque también trata de absorber el exceso de capacidad de fabricación china.
¿Qué significa todo esto para las empresas multinacionales (EMN) que operan en China? Dado el rápido crecimiento de la segunda economía más grande del mundo, muchas empresas multinacionales ahora miran a sus operaciones en China para liderar el camino en las oportunidades de crecimiento. Sin embargo, ya que el país entra en una nueva fase de crecimiento más moderado, su entorno de negocios ofrece retos nuevos y más intensos en los distintos sectores.
China sigue creciendo
Como parte de un esfuerzo en curso para comprender mejor el entorno empresarial de China, Heidrick & Struggles encuestaron a 119 ejecutivos de multinacionales responsables de operaciones en China, con más de la mitad (57%) que tiene una plantilla de más de 1.000 empleados en China. Este es el segundo año que hemos llevado a cabo esta encuesta.
Nuestros hallazgos sugieren que la mayoría de las multinacionales siguen siendo optimistas y esperan ver una buena rentabilidad de sus operaciones en China – sino que también anticipan que el ritmo de crecimiento del negocio seguirá lento pero estable y seguro.