La eficiencia de ciertos procesos industriales, puede estar atada directamente a una pieza que ha sido diseñada con cuidado para satisfacer las necesidades de los productores. Se trata de las boquillas de atomización, que cumple la tarea de generar pulverizaciones muy finas de un líquido que circule a través de su interior.
Con medidas exactas y características particulares que diferencian su función, hace que estas partículas se produzcan mediante la inyección de presión por el tubo, y logre proyectar una lluvia con finas gotas del material hacia el exterior. Cada empresa debe reconocer sus requerimientos para poder elegir entre los dos tipos de boquillas de atomización que existen: hidráulicas y neumáticas.
En relación a los atomizadores hidráulicos, su estructura permite un tipo de pulverización que se obtiene a través de un vértice interno de la boquilla, logrando un riego uniforme de las gotas. Los materiales de fabricación de estas piezas son de gran calidad como el latón, acero AISI 303, entre otros.
Mientras que los atomizadores neumáticos, son considerados como los más versátiles porque pueden utilizarse para el control de polvo, lubricación, mezcla, spray de revestimiento, acondicionado de gas, humidificación, etc. Estos mezclan el aire o el gas comprimido, con el líquido que se desea pulverizar, para lograr partículas muy finas. Sus diferentes mediciones, conexiones, materiales y formas hacen que sea parte de casi todas las aplicaciones.
La elección de la boquilla correcta es lo que ayudará a lograr un trabajo eficiente y a obtener unos resultados positivos. Las diferentes industrias que emplean este dispositivo conocen los beneficios que tiene para su producción, por lo tanto, buscan siempre a los mejores fabricantes a la hora de invertir en estas piezas tan delicadas.
Si quiere optimizar sus capacidades productivas y reducir los tiempos de respuesta, no dude en buscar asesoramiento profesional para alcanzar esta meta.