Según explica el consejo de la clínica en el comunicado, los recortes progresivos habían disminuido el presupuesto en un 58% desde 2009. «Las previsiones iniciales para el año 2012 indicaban que, con esta dotación presupuestaria, para el mes de abril se agotaría la asignación económica y la actividad hospitalaria tendría que finalizar llegado este momento», señala. Sin embargo, la clínica , con unos 1.8000 alumnos matriculados, ha tratado de reducir gastos y aumentar los ingresos. «La lucha tenaz de todo el equipo de personas que integra el hospital, ha permitido que la actividad clínica pudiera ser prolongada hasta el 9 de julio», añade.
Los problemas contables de la Universidad Complutense de Madrid, que han llevado al rector, José Carrillo, a anunciar en un acto público que estaba sopesando vender o alquilar patrimonio para obtener ingresos, han impedido dar más crédito al hospital veterinario, señala el comunicado. El pasado 10 de julio un consejo extraordinario decidió interrumpir la actividad asistencial a partir de ayer mismo. El cierre deja en el aire la continuidad de la clínica.
El decano de la facultad, Pedro Luis Lorenzo González, ha asegurado que en este momento, la máxima prioridad del centro es garantizar las prácticas de los alumnos para el curso 2012/13. «Tanto el rectorado como el Hospital, que es un centro anejo a Veterinaria, están buscando las soluciones económicas posibles para que el clínico abra cuanto antes», añade. La universidad, por su parte, no ha querido hacer ningún tipo de declaración al respecto.